domingo, 19 de octubre de 2008

Presentación

Hay muchas razones por las que la gente debería comprar un libro como este. En primer lugar considero que, sin ánimo de sonar ególatra ni mucho menos, es un esfuerzo importante el que hace un escritor joven para lograr cumplir una meta personal como ésta, a pesar de los inconvenientes y los baches que se tienen que enfrentar todos los días en la vida. La falta de tiempo y de espacios propios para el desarrollo personal de una vocación, son factores determinantes a la hora de abandonar los sueños que nos acompañan desde niños y por los cuales uno verdaderamente desea crecer.

Lograr el reconocimiento de la gente que nos rodea y quizás de otros que están regados por el mundo esperando inconcientemente que alguien se de la oportunidad de revolucionar el mundo con algo diferente a la guerra o a la violencia que nos consume, a través de expresiones culturales como la literatura que nos permite acercarnos como lo que somos verdaderamente, seres humanos… es un objetivo maravilloso por el cual trabajar. Que bueno sería inspirar a otras personas para que se den cuenta de que por más excusas propias y rebuscadas que aparezcan para aplazar y dejar a un lado las cosas que deseamos hacer, la capacidad infinita que Dios nos dio, nos permite lograr todo cuanto queramos.

Ahora yo sólo espero tener la oportunidad de brindarle a la gente la información necesaria, no sólo acerca de mi libro, sino de las cosas buenas que se pueden alcanzar cuando hay fe y ganas. Debo reconocer que en mi vida me ha acompañado una buena estrella y las cosas me han salido muy bien, tanto en el estudio, como en el trabajo y en mi vida personal y familiar, pero también sé que nada ha sido gratis, pues con persistencia y verdaderos deseos de luchar por unos ideales inquebrantables es que he logrado labrar ese terreno que en algunas ocasiones pudo parecer árido pero que siempre renace para mostrarme que la vida es sólo una y que vale la pena vivirla.

Gracias por su apoyo... un abrazo.

Erika Angel

1 comentario:

Marco Antônio Bin dijo...

Te desejo boa sorte, Érika.
Abraço.